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sábado, 5 de marzo de 2011


propuesta de Comida, Cocaína, Combustibles, Contrabando y Corrupción tiene su contrapropuesta en el artículo de Zaratti, un físico conocido por sus aportes positivos e inteligentes

El presidente Evo Morales ha caracterizado la crisis que aflige al país con cinco C (comida, cocaína, combustibles, contrabando y corrupción). Con otras cinco C es también posible identificar los desafíos actuales del narcotráfico en Bolivia.
La primera es C de “Cocaleros”. Ese sector social empujado hacia el Chapare, y hacia el cultivo de coca, por la relocalización minera seguida al DS 21060, ha sido la base electoral de Evo Morales y sigue siendo el núcleo duro de sus sostenedores. Sin duda a muchos “les fue bien”, pero ¿“viven bien”?, o sea, en paz con Dios, los hombres y la naturaleza. Negar el incremento de los cultivos y el desvío de gran parte de la coca al narcotráfico es querer tapar el sol con un dedo, ejercicio que hasta el Gobierno ha abandonado. Por tanto urge una ulterior “relocalización”, moral y productiva.
La segunda C es “Condescendencia”, una grada antes que complicidad. Hace unos meses un alto jefe policial me confirmaba que, si bien nunca hubo una orden de ser permisivos con las actividades del Chapare, en los hechos así lo entendieron vigilantes y vigilados. No obstante, añadió, la actitud policial se había vuelto más estricta a partir de las elecciones de diciembre último. ¡Sin comentario!
“Cristalización” es la tercera C, o sea, el salto cualitativo del rol del país en ese negocio. Desde proveedores de pasta base que se enviaba al exterior para ser refinada, hoy tenemos minifábricas de cristalización por doquier. Inclusive se ha denunciado que de Colombia y Perú llega materia prima para ser “industrializada” en el país. ¿Quién dijo que la industrialización no avanza? Asimismo, la cantidad de cocaína producida debería alarmar: De los kilos que se incautaban “antes de la nacionalización”, hemos pasado a las toneladas, señal inequívoca del auge del tráfico.
La cuarta C es “Control social”: Uno esperaría que “la reserva moral de la humanidad” fuera capaz de coadyuvar con las tareas de interdicción del Gobierno, especialmente tratándose de “su” gobierno. Al contrario vemos en muchos casos encubrimiento y complicidad de autoridades políticas, sociales y originarias. Sucede en las áreas rurales más alejadas, en el altiplano, en los valles y en trópico, sin discriminación. Me pregunto: Si en este asunto que daña la imagen del país falla el control social, ¿qué pasará en temas menos relevantes como la corrupción local o el contrabando?
Llegamos a la quinta C: La “Contrainteligencia”. El poder del narcotráfico es tan fuerte que para nadie resulta fácil resistir la tentación de “volcar su suerte”. Se sabe que muchos dignos servidores públicos la han resistido y la resisten, inclusive arriesgando sus vidas. Pero eso no basta: Se necesita control e infiltración de las bandas. Gracias a la vituperada DEA, el caso del narcogeneral ha destapado la presencia del narcotráfico nada menos que a pasos del despacho del Ministro del Interior.
En fin, ¿Qué de bueno nos ha traído la política de despenalización de la hoja de coca? ¡Que ya ni siquiera podemos llevar, enviar o tomar un mate de coca fuera de Bolivia! Tal vez, hace falta una sexta C: “Convergencia” de todo el país hacia una verdadera política de Estado que libere a Bolivia de la infamia del narcotráfico. 

viernes, 4 de marzo de 2011

oportuna la sugerencia de SUSPENDER CARNAVALES que formula Opinión


Si habría la solidaridad bien entendida sería posible por encima del egoísmo colectivo y de aquellos que no renuncian a la diversión y de los otros que buscan el lucro económico.
En la ciudad de La Paz se derrumban barrios enteros y la gente se queda de la noche a la mañana sin casa, sin bienes, sin ahorros y sin esperanza, porque lo han perdido todo por un desastre que obedece a diferentes causas, pero que se resume en dolor y llanto. 

En Cochabamba, Chuquisaca, y el Beni, las inundaciones por el desborde de ríos y la intensidad de las lluvias ha dejado en similar situación a centenares de personas con casas destruidas y sin cultivos, sin ganado, sin animales de crianza doméstica y de subsistencia diaria.

La ayuda oficial a las familias damnificadas, como siempre, tarda en llegar con algunas vituallas, carpas y alimentos, y junto a ello, se patentiza la burocracia que representa la declaratoria de emergencia y zonas de desastre que se sitúan en un protocolo que hace más complicado el desembolso de dinero para la reparación de los daños.

El país y los bolivianos están enfrentando días difíciles y es indudable que en este marco de aflicción de familias bolivianas, de diferentes latitudes del territorio nacional, el festejo carnavalero parece una contradicción, por no decir una muestra de insensibilidad general, lo que no ocurrió el año 1969 en Cochabamba, por las inundaciones que motivaron que las autoridades de la época suspendan los festejos carnavaleros, es decir, los pocos programados, porque ahora, hay que reconocer, que el Carnaval no sólo es parte de la algarabía sino de una enorme red de comercio y ventas que, a su vez, mueve sumas importantes de dinero.

Es posible, sin embargo, que muchas personas conmovidas por la tragedia estarían de acuerdo con la suspensión del festejo carnavalero, pero la controversia está planteada a partir del comercio, de la evolución del evento que combina no sólo la tradición, sino la numerosa participación de grupos folklóricos y, en el caso de Cochabamba, un Carnaval que no sólo se inicia en los días marcados por el calendario, sino que se prolonga hasta el próximo fin de semana y en los pueblos rurales varios días más.

Frente a estas consideraciones ¿habrá la posibilidad de que alguna autoridad pueda disponer suspender los festejos? En La Paz, finalmente, la Alcaldía ha postergado el Corso Infantil, la farándula y la Entrada de la Jisk’a Anata hasta el próximo 2 de abril, también el Gobierno ha suspendido las ch’allas del viernes aunque se ha otorgado horario continuo. En Cochabamba, Chuquisaca y el Beni, el festejo será sin variación, con excepción de Quillacollo, lo que da a entender que la solidaridad resulta una proclama que guarda mucho de fingimiento. 

jueves, 3 de marzo de 2011

 "heredamos un estigma. las cosas no marchan bien. asegura Nina


Los escándalos por casos de corrupción y narcotráfico que envuelven a la Policía, profundizaron su crisis interna y obligaron a su comandante, general Oscar Nina, a reconocer que la institución se encuentra en una profunda crisis.

La autoridad del orden admitió que las cosas no marchan bien, debido a la presencia de malos policías y porque supuestamente heredaron un estigma histórico que están dispuestos a revertirlo.

La detención en Panamá del narcogeneral René Sanabria Oropeza, acusado de traficar 144 kilos de cocaína a Estados Unidos, la participación de muchos uniformados en el tráfico de drogas, el caso Olorio, la muerte de dos jóvenes en Caranavi durante la represión de mayo de 2010, el misterioso ajusticiamiento de cuatro efectivos de Diprove en Uncía y muchas irregularidades deterioraron mucho más su credibilidad.

Nina aseguró que se están dando los pasos necesarios para encaminar a la Policía dentro del proceso de cambio que vive el país, lo que sin embargo no habría sido comprendido por todos los oficiales, suboficiales, clases y soldados rasos.

REUNIÓN DE EMERGENCIA

En medio de un creciente malestar ciudadano, jefes de todas las unidades policiales se reunieron anoche en La Paz, con el objetivo de evaluar su crisis, identificar culpables y apuntando hacia una purga interna.

Pocas horas después que el Primer Mandatario lanzó su advertencia en contra de los narcopolicías, a través de una declaración, policías de alto rango admitieron que la población ya no les cree, que perdieron confianza y el rol que deberían cumplir dentro de la sociedad.

“Estamos conscientes de que hemos heredado un estigma y debilidades institucionales históricas que estamos dispuestos a revertir con trabajo, sacrificio y resultados evidentes”, señala el documento.

El hecho que colmó la paciencia de los bolivianos fue la captura de uno de los hombres de confianza del presidente Evo Morales en la lucha antidroga, el coronel Sanabria, involucrado en tráfico de estupefacientes. En este operativo, la DEA, Interpol y los organismos de seguridad de Chile y Panamá ignoraron a la Policía boliviana, reflejando una señal de desconfianza hacia nuestro país.

En el texto entregado a la prensa, la Policía confirma que existen uniformados corruptos y que provocaron “desprestigio, deshonra y condena en desmedro de los miles de policías dignos, honrados, íntegros y probos”.

La reunión de emergencia que se cumplió en las instalaciones del Distrito Policial 2 llamó la atención de la gente, porque hasta el momento los oficiales policías habían mantenido un perfil bajo ante la andanada de denuncias.

El presidente Evo Morales había asegurado este jueves que cualquier autoridad implicada en el narcotráfico sería sancionada sin importar su cargo.
“Quiero reiterar que caiga quien caiga, tiene que ser juzgado y procesado”, había manifestado.

el propio responsable de la coca reconoce que muchos protegen a los narcos

El director general de Control de Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin), Luis Cutipa, reveló a la Red Erbol que algunos comunarios bolivianos pasaron de ser productores de coca a encubridores de los grupos de narcotraficantes.

Cutipa, en declaraciones exclusivas a este medio, dijo que si bien no hay cárteles de narcotraficantes en Bolivia, se pudo evidenciar por ejemplo en el municipio cruceño de Yapacaní que hay algunas comunidades encubridoras del narcotráfico.

“Vi que en algunas comunidades se está encubriendo a narcotraficantes o a algunos miembros de sus mismas comunidades (que se dedican a esta actividad ilícita), se encubren entre familias o directamente entre comunidades”, declaró.

Afirmó que eso significa que los mismos productores de coca también podrían ser parte de los grupos de narcotraficantes.

“Creo que por las buenas ganancias los comunarios se meten al narcotráfico, pero en este caso ya no se les llamaría productores de coca, aunque antes eran productores y ahora ya no, debido a que se han vuelto en cuidadores e encubridores de los narcotraficantes”, insistió la autoridad. (Declaraciones publicadas por ERBOL)

miércoles, 2 de marzo de 2011


En Cuba Sanabria habría sido fusilado

Mauricio Aira

El 3 de marzo de 1989 el más condecorado militar cubano Arnaldo Ochoa fue ejecutado junto a otros tres altos oficiales del Ministerio del Interior. La acusación “alta traición a la patria y a la Revolución” por acciones vinculadas al narcotráfico. Cómo pudo ser posible se lo contamos en pocas palabras. Al morir la guerra fría surge con vigor el narcotráfico. Aparece entonces un capo mafioso que encarna el ilícito de las drogas con nombre y apellido Pablo Escobar Gaviria que organiza el cártel de Medellín que utiliza Centroamérica como el corredor natural para el transporte de la cocaína de los productores a los consumidores. Aparecen favoreciendo el tráfico tanto el Frente Sandinista de Nicaragua como Antonio Noruega “el revolucionario” presidente de Panamá. La inmunidad militar entonces, tanto como hoy es instrumento para facilitar el camino de la droga. Aeropuertos, contenedores, vehículos de aire, mar y tierra sirvieron para esconder y transportar la cocaína. Se podría afirmar que ningún ejército escapó a la tentación de los muchos millones de dólares que los operadores mafiosos entregaban a los guardianes.

Funcionarios cubanos civiles y militares tuvieron relación con los protagonistas de la creciente actividad tan lucrativa que convertía en dorado todo lo que tocaba. así se emprendieron acciones encubiertas y de espionaje que abrieron la puerta a contactar con el crimen del narcotráfico por existir dinero superabundante y como toda guerra requiere de medios y el guerrero lo obtiene de donde venga, se explica que Arnaldo Ochoa y sus muchachos hubiesen sido penetrados por los narcos, como el alto general René Sanabria que cayó en manos de los mafiosos y vendió su alma al narcotráfico, muy posible al cártel del Valle de Colombia. Cuba metida geográfica y políticamente en medio del tráfago no podía ser la excepción y es posible que Pablo Escobar hubiese establecido algún acuerdo con Ochoa, sin conocimiento y menos aún sin la anuencia de Castro.

No obstante haber pasado 22 años de aquel episodio, hasta hoy no se conocen los detalles de hasta donde llegó el militar en sus relaciones con el capo mafioso, lo evidente es que Fidel lo detuvo y con gran premura organizó un tribunal militar que juzgó y condenó a la pena máxima al general que resultó muerto ante 6 fusileros del pelotón de ajusticiamiento. No existe una ley que mande a fusilar a un inculpado por acciones narcotraficantes, ni siquiera en las más duras dictaduras militares salvo en China donde regularmente se ejecuta a jóvenes acusados de traficar con droga.

No vamos a detenernos en juzgar a Castro por este fusilamiento en pleno Siglo XX, y cuando Cuba parecía haber superado el trauma de los fusilamientos que fueron característica de los primeros años de “su revolución”, vamos a comparar el delito cometido por el General René Sanabria que será juzgado en horas más (inicio de proceso penal) por un delito a todas luces más evidente que hasta se mostró las cuentas corrientes en diversos bancos donde colocó medio millón de dólares recibidos del narcotráfico y que la justicia estadounidense documentó en detalle.

Sanabria es culpable en parte de la pérdida de credibilidad y desdibuja la imagen de Evo, bastante venida a menos por la crisis económica y los conflictos. Cae en ridículo la lucha antinarcóticos con que venía fatigando a la ciudadanía. El general Sanabria, como el general Ochoa acumuló cargos y condecoraciones, al punto de sustituir a la DEA jefaturizando una organización paralela y mediatizando cada una de sus acciones que autocalifica de “eficientes y responsables”, me refiero a la frecuente demostración gráfica de “sus éxitos en el decomiso sin detenidos”

Desde ahora y para siempre todo lo que tenga que ver con los cultivos, la comercialización, la defensa de la hoja de coca, no merecerán la mínima credibilidad, como sostienen los analistas, el daño causado por René Sanabria es inconmensurable, la nación está estigmatizada como promotora del tráfico a nivel mundial y de total tolerancia con los narcos que no llegan a ser detenidos y que disfrutan de la “dolce vita” en residencias de lujo, con acompañantes de lujo (caso de las modelos de Santa Cruz) y protegidos por una red de policías comandados nada menos que por la más alta autoridad estatal.

Por cuanto el fenómeno ya conocido como “super narco-policías” ha sido desatado por quien ya ha sido declarado traidor a la patria, debería mover a Evo decretar la pena de muerte virtual para René Sanabria en lugar de pedir su extradición para que no pase nada. Claro que ello no sucederá jamás primero porque Bolivia no es Cuba, ni Evo es Fidel.

Finalmente llama la atención que dada la alta capacidad de la inteligencia y de la contrainteligencia de Cuba que opera oficialmente en Bolivia no hubiesen detectado las movidas de Sanabria y de su grupo como lo hicieron con Ochoa, salvo que estos aparatos de espionaje estén por entero concentrados en perseguir a los opositores de Evo y torturar y judicializar al liderazgo cívico empresarial de la Nación.




Cáceres el cocalero jefe de narcóticos está nervioso. se contradice. en qué quedamos tiene o no tiene razón la DEA y la fiscalía sobre Sanabria?

El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, informó ayer que de los 15 miembros del Centro de Inteligencia y Generación de Información (Cegein), cinco están presos y los otros 10, bajo investigación en la Policía Nacional, con lo que el Cegein, creado el 10 de febrero de 2010, quedó desbaratado.

Cáceres admitió que fue él quien designó al general en retiro René Sanabria, ahora detenido en Miami (EEUU) por narcotráfico, como director del Cegein, unidad que manejaba toda la información “confidencial” relacionada al narcotráfico en el país.

Ante el escándalo y críticas que desató la detención de Sanabria, Cáceres dijo a Los Tiempos que el también exdirector nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) tenía un perfil intachable, pero incurrió en una “alta traición”.

- El Gobierno afirma que no tenía conocimiento de la orden de captura internacional contra René Sanabria. ¿Qué va a hacer el Ejecutivo ante a este caso? - El tema del general ya está en manos de los juzgados o tribunales de Estados Unidos, donde el proceso va a proseguir su curso, aunque nunca ese país informó a Bolivia de las investigaciones previas ni de la operación ni de la existencia de una orden de captura internacional. Ahora, nuestra obligación como Gobierno es investigar, procesar esa información y entregarla al Ministerio Público, que verá si envía fiscales a Estados Unidos para investigar o pide su extradición o repatriación, pero es un tema judicial. Como Gobierno ya no entramos.

Nuestra responsabilidad una vez terminada la investigación será establecer cuál fue el grado y el alcance de esta red de tráfico de drogas internacional.

Vamos a informar al pueblo boliviano lo que corresponda. El resto, si lo liberan o no, es asunto del Ministerio Público. Al enterarnos de esta noticia el viernes de la anterior semana –vía diplomática– a las horas ya estábamos deteniendo aquí en Bolivia a los posibles implicados: un coronel, un mayor y otro policía. Al resto de policías igual se les ha detenido, pero se les puso a disposición de la Dirección de Responsabilidad Profesional Disciplinaria (DRPD) de la Policía Nacional, para que en orden disciplinario sean investigados, castigados… según el caso.

- ¿Bolivia ha enviado alguna comisión a Estados Unidos para ver el tema? - Aún no, porque está en proceso la investigación. Hemos activado todas nuestras unidades operativas, la capacidad operativa de la Fuerza (Felcn) y del Gobierno para determinar el grado, los implicados y las responsabilidades acá, si hay más policías, si hay civiles. Eso se va ver y en su momento vamos a informar.

- Se dijo que al menos 15 personas están implicadas… - No, el grupo del Centro de Inteligencia está formado por 15 elementos, de los cuales cinco están ya en la cárcel: René Sanabria en Estados Unidos y cuatro aquí en La Paz, en el penal de San Pedro, y ya han sido imputados por el Ministerio Público.

Los otros 10 han sido puestos a disposición del Comando (de la Policía), al DNRP que, de acuerdo al reglamento de la Policía, va a determinar qué grado de complicidad o responsabilidad tenían.

- ¿Hay civiles implicados? - Por supuesto, claro que sí.

- ¿Qué conoce de la esposa de Sanabria? Se dice que está prófuga… - Sigue prófuga. Estamos tras de ella y de Jorge Sánchez Pantoja, hermano del coronel Milton Sánchez. Tenemos las pistas. Ojalá Dios quiera que en las próximas horas puedan ser detenidas.

- ¿Qué función tenía o tiene este Centro de Inteligencia que dirigía Sanabria? - Era una instancia técnica de investigación para procesar investigacioones de inteligencia de posibles narcotraficantes o personas vinculadas al tráfico de drogas. Se hacía este trabajo aquí en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz principalmente.

- ¿Desde cuándo funcionaba? - Desde hace un año.

- ¿Quién designó al general Sanabria como responsable? - En este caso, mi persona, porque entre las atribuciones y funciones de esta cartera de Estado está la de designar.

- ¿Qué procedimiento siguió para designarlo? - Básicamente antecedentes. Sanabria por dos gestiones ha sido comandante de la fuerza (antidrogas). Tenía una conducta intachable, sin antecedentes. Era general, y para ser general no es cualquier policía, tiene que ser un policía impecable que no tenga antecedentes.

Por eso fue seleccionado: reunía el perfil para esa unidad. Además, esa unidad no era operativa, no trabajaba dentro de la fuerza (Felcn). Ellos tenían su casa de seguridad en la zona sur de La Paz, independiente del Ministerio de Gobierno, el Viceministerio de Defensa Social y fuerza antidrogas.

Entonces se lo ha seleccionado y lo he designado como jefe de ese grupo de 15 elementos. Pero mire, un año después de trabajo, ¿con qué nos sale? Con que es cabecilla de una red. Por supuesto que (al) Gobierno Nacional ni se nos pasó por la mente, hemos confiado. Eso es una alta traición de un policía tan experimentado.

Este hombre ha trabajado con la DEA. Ha sido hombre de la DEA en 2007 y 2008, cuando la DEA estaba intacta aquí en Bolivia y por supuesto en ese entonces el Gobierno, esta cartera de Estado, coordinó trabajos de Inteligencia.

- Tomando en cuenta que Sanabria manejaba datos de Inteligencia, ¿es posible que haya desviado u ocultado información? - Estamos investigando para determinar el tamaño de la organización y las implicancias que ha podido tener esto. El Gobierno está en la obligación de terminar todo el proceso investigativo y el propio comandante de la Felcn va a hacer conocer esa información a la opinión pública como lo hemos anunciado.

- La prensa argentina habla de la operación de cárteles de Colombia en Santa Cruz. ¿Tienen relación con Sanabria? - Es posible que tenga relación con el caso de los Navia. Hay un clan, pero el Cegein, con la información que proporcionó, desbarató este clan de los Navia. Según datos de la Felcn, la presencia del cártel del Valle aquí en Bolivia no hay, pero sí había un miembro de ese cártel que ahora está detenido en la cárcel de San Pedro de apellido Osorio (Jesús María “Chucho” Osorio). Este caso está en investigación y próximamente el Ministerio Público dará a conocer la implicación de este señor (Osorio) con el general Sanabria.

- ¿Qué relación hay con los hermanos Juliá, de Argentina? FC.- Sobre ese caso hay mucha especulación. No tenemos datos de fuentes oficiales, todo es por medios de comunicación, y frente a aquello queremos ser responsables. Evidentemente que esos señores han estado unos cuantos días en un avión en Santa Cruz. Se verificó que estuvieron en un hotel, ahora se está verificando con quiénes han tenido contacto.

Al parecer han venido a Bolivia para acopiar droga para llevar a la Argentina y de la Argentina despachar a España, tal cual está registrado en este caso.

- ¿Existen datos de otros cárteles en el país? Se descarta, acá tengo yo el informe de Inteligencia en este caso de la Felcn… Se descarta la presencia de cártel sea colombiano, sea brasilero, paraguayo o mexicano. No hay. Ahora, si hay presencia de colombianos, brasileros, paraguayos que están en Bolivia y por actividades sospechosas, se presume que puedan estar ligados al tráfico de drogas.

“Mi padre es inocente”

La hija del general en retiro René Sanabria, detenido en Estados Unidos por cargos de narcotráfico, manifestó que su papá es inocente de los delitos por los que se lo acusa y que los diferentes puestos que ocupó a lo largo de su carrera en la Policía los obtuvo por su conducta intachable y ejemplar, razón por la cual incluso le decían el “Justiciero”.

El exjefe antidrogas negó durante su indagatoria en Panamá los cargos de tráfico internacional de drogas y asociación ilícita formulados por la Fiscalía Primera de Drogas de Panamá, que coordinó la investigación con la DEA norteamericana.

“El general Sanabria es un campesino que ha llegado con abarcas a la ciudad, con un sueño de pertenecer al Verde Olivo. Ha trabajado cargando quintales, ha pisado uva para lograr entrar a la Anapol, no contaba con su padre. Ha logrado lo que es con el sudor de su frente, siempre buscando la verdad. Llamado ‘Justiciero’ por varios miembros del Verde Olivo, logró ser director de la Felcn por sus logros y sus méritos”, expresó Paola Sanabria en entrevista con PAT.

Agregó que a veces su papá tenía que estar en contacto con gente involucrada en hechos delictivos, en narcotráfico para llegar “a los más grandes”.

INDAGACIONES SOBRE EL CASO

• René Sanabria, capturado el jueves 24 en Panamá junto a Juan Foronda Azero y luego remitidos ambos a Estados Unidos, fue acusado por la Fiscalía de ese país de tener varias propiedades y cuentas bancarias por un total de medio millón de dólares, por lo que solicitó el decomiso de 560 mil dólares, el equivalente a las presuntas ganancias obtenidas ilícitamente.

Ese dinero estaría en cuatro cuentas bancarias: H.K.O.E: $us 100 mil, TLI.EL: $us 258.555, MDC.TC: $us 75 mil y DNS.T: $us 75.595.

• Sanabria debe comparecer hoy ante el juez de Miami, audiencia en la que podrá declararse inocente o culpable de los cargos establecidos en su contra.

• El fiscal antinarcóticos Juan José Quispe, que integra la comisión que investiga el caso del general retirado René Sanabria en el país, informó que las indagaciones aún están en etapa preliminar y se está elaborando una lista de personas a las que citará a declarar, incluyendo a los familiares de Sanabria. Dijo que pidió la anotación de los bienes de Sanabria y de todos los involucrados en la investigación.

• Mirko Suaznabar, abogado del coronel de policía Milton Sánchez, detenido por sus presuntos nexos con una red de narcotráfico, dijo que su cliente no sabía nada de un pasaje a su nombre para viajar a Panamá junto a Sanabria y que tampoco conoce los cargos que estableció la justicia de Estados Unidos en su contra.

• La diputada del MAS Rebeca Delgado anunció que por iniciativa personal solicitará un informe al ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, sobre las políticas que se están llevando, como Estado, con relación al narcotráfico, para desvirtuar las especulaciones “antojadizas” que se hacen para involucrar al Gobierno con el narcotráfico.

martes, 1 de marzo de 2011

extensa lectura recomendada sobre Santa Cruz presa de colombianos mafiosos

Gustavo Carabajal
Enviado especial

SANTA CRUZ DE LA SIERRA, Bolivia.- La sola mención de su nombre despierta temor entre los distintos interlocutores vinculados a la lucha contra el narcotráfico en esta ciudad.

Como si se estuviera invocando a Keyser Söze, el personaje que representaba al más sangriento de los criminales en el film Los sospechosos de siempre , hablar del supuesto dueño de los 944 kg de cocaína secuestrados en el avión de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, en España, provoca miedo entre policías, testigos y fiscales.

Semejante miedo no es casual, especialmente si se tiene en cuenta que en las últimas horas una serie de detenciones confirmaron que la mafia del narcotráfico penetró en la principal fuerza de seguridad destinada a la lucha contra el tráfico de drogas de Bolivia.

El general (r) René Sanabria Oropeza, quien se desempeñó como máximo responsable de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (Felcn) y que actualmente era el principal asesor de Inteligencia Criminal del gobierno de Evo Morales, fue apresado durante un operativo antidrogas realizado en Panamá por la policía boliviana y la Agencia de Lucha contra el Narcotráfico de los Estados Unidos (DEA).

Además de Sanabria fueron detenidos un coronel, un mayor y un capitán. Según el ministro de Gobierno boliviano, Sacha Llorenti, los cuatro policías formaban parte de una banda que colaboraba con narcotraficantes en el envío de droga a Estados Unidos.

En el caso del narcojet, los investigadores bolivianos sostienen que un colombiano, de nombre Guillermo, y al que en esta ciudad conocen como "Memo", habría contratado a los hermanos Juliá para llevar el cargamento de droga a España.

Video: una ciudad entre narcos y trabajadores

En la agenda de uno de los teléfonos de Gustavo Juliá, secuestrado por la policía española, aparecían dos contactos: uno, a nombre de "Henry", y otro, a nombre de "Mem". Aquí, fuentes policiales aseguran que detrás de esas crípticas iniciales se esconde el nombre del verdadero dueño del cargamento de droga secuestrado en España.

De confirmarse esta hipótesis, el nombre de John Wilson Díaz Vélez, otro colombiano que fue mencionado por las máximas autoridades de la lucha contra el narcotráfico de Bolivia, quedaría descartado como el hombre que contrató a los Juliá. Lo único que lo involucraba con el escándalo del narcojet era el viaje que hizo en el avión de los Juliá en abril de 2010 desde Buenos Aires hasta esta ciudad.

Hace cinco días, un grupo de agentes de la Guardia Civil llegó a Bolivia para seguir la pista del dueño de la línea telefónica Nº 00591766414..., hallada en la agenda de uno de los hermanos Juliá. Esta información fue confirmada por el coronel Gonzalo Quesada, jefe de la Felcn.

"Si va a hablar de este personaje en la nota, no me menciones. Este colombiano es muy peligroso", dijo un abogado cruceño que defiende a uno de los detenidos, acusado de integrar una banda de policías y traficantes que enviaba droga a Chile y a la Argentina a través del aeropuerto internacional Viru Viru.

Video: Narcojet: el rastro de un celular apunta la investigación a Bolivia

Pequeña Colombia

El caso de este colombiano constituye una muestra del fenómeno que se registró en esta zona durante los últimos doce meses. "A raíz de que en Colombia aumentaron los controles, algunos integrantes del cartel del Norte del Valle trasladaron su actividad a Bolivia", explicó Quesada.

Esta tendencia se refleja en las siguientes estadísticas: durante 2010, la policía detuvo a 122 ciudadanos colombianos, acusados de narcotráfico. En el mismo período fueron desbaratados 24 laboratorios de cocaína instalados por narcos colombianos en territorio boliviano, la mayoría de ellos en Santa Cruz de la Sierra.

Favorecidos por una topografía similar a la de Colombia y ante la falta de controles, los narcos de ese país encontraron en Bolivia un territorio fértil para instalar laboratorios capaces de producir más de 100 kilogramos diarios de clorhidrato de cocaína, a partir de la pasta base que les compran a campesinos bolivianos de la zona del Chapare a US$ 1450 el kilo.

Esa pasta base, transformada en clorhidrato de cocaína, cuesta por kilo US$ 2500 en Santa Cruz de la Sierra. El valor aumenta a US$ 5000 en Buenos Aires y, puesta en Europa, el precio trepa hasta 30.000 euros. La diferencia de precios está relacionada con el costo de transportar la droga y con las coimas que se pagan para sortear los controles.

"Desde Santa Cruz de la Sierra, los narcos mandan habitualmente la droga a Buenos Aires en camiones que cruzan a la Argentina por la frontera seca. Usan caminos muy precarios que ellos mismos trazan. Evitan así los controles. Camino a Buenos Aires, saben que nadie los inspeccionará. Desde Buenos Aires, el cargamento sale disimulado en algún producto de exportación, por barco o por avión, hacia Europa", explicó a LA NACION un ex preso boliviano que integró una banda de traficantes comandada por un colombiano.

El ex traficante explicó cómo el narcotráfico inyectó dinero en la ciudad. "En esta zona, la principal actividad es la explotación gasífera, la agricultura y el narcotráfico. Acá hay mucho dinero, y eso se nota. Casi la mitad de la población cobra un salario mínimo de US$ 100. Sin embargo, hay más de 200 edificios en construcción y casi 300 camionetas tipo Hummers registradas. Es un contraste muy grande", explicó el ex convicto boliviano.

Otra muestra de cómo creció el narcotráfico en la zona está dada en la cantidad de presos alojados en el penal de Palmasola. Allí, el 80 por ciento de los detenidos tiene una causa penal por narcotráfico, y por lo menos el 30% son colombianos.

Aquí, en esta ciudad de 2 millones de habitantes, la mayoría de los automovilistas se movilizan en camionetas tipo 4x4.

Sólo en los allanamientos realizados en diez concesionarias de autos la policía secuestró 30 vehículos de alta gama, valuados en US$ 1.500.000. Esos autos habrían sido comprados por la banda de narcotraficantes integrada, entre otros, por Jesús María Osorio Torres, colombiano, ex defensor de Deportivo Independiente Medellín, quien según el coronel Quesada estaría vinculado con el cartel que contrató a los hermanos Juliá.

No hace falta ir muy lejos del centro de esta ciudad para encontrar un laboratorio que produce clorhidrato de cocaína. A 30 kilómetros, en el camino que conduce a Monteros, en un caserío llamado El Naranjal, en una casa situada al costado de la ruta funcionaba, hasta hace cinco días, una fábrica de cocaína, como les dicen aquí a las cocinas de droga. Pero los colombianos decidieron levantar el laboratorio cuando el dueño de la propiedad descubrió lo que hacían en su chalet, de amplio parque y pileta de natación.

Video: Dónde cumplen condena los integrantes del cartel del Norte del Valle

Formación del precio

Los narcos compran la pasta base en Bolivia o Perú a US$ 1250 el kg, con impurezas, y a US$ 1450, pura.

En los laboratorios que instalan en Santa Cruz de la Sierra, la procesan y la venden a US$ 2450 el kg, como clorhidrato de cocaína.

Con camiones , es enviada a la Argentina por el paso de Yacuiba-Salvador Mazza. Al llegar a Buenos Aires, el precio trepa a US$ 5000.

Por avión o barco , la droga sale como producto de exportación en un cargamento con apariencia legal hacia Europa.

La "bajada" se hace en Europa y e implica los mayores riesgos, debido a los controles. Por eso, allí, el kilo se cotiza a 30.000 euros.

Secuestro de droga en el GBA

Unas 10.000 dosis de Lexotanil fueron secuestradas y cinco personas fueron detenidas en la localidad bonaerense de Pablo Nogués acusadas de pertenecer a una banda dedicada al tráfico de varios tipos de drogas. Las detenciones se produjeron ayer luego de tres allanamientos en distintas viviendas ubicadas en las afueras de la localidad del oeste del Gran Buenos Aires.