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viernes, 1 de julio de 2011

magnífico aporte del ing. Liendo Ramos que de modo didáctico enseña lo nocivo del acullico


Por: JAIME LIENDO RAMOS Ingeniero. jeliendo@hotmail.com 
El Estado Plurinacional Boliviano, mediante su poder parlamentario que tiene mayoría masista ha denunciado el tratado de Viena de 1961 por motivos constitucionales internos en razón de que dicho tratado considera el “acullico” como una forma de drogadicción y perjudicial para la salud biológica y mental, así mismo lo considera el Tratado de New York de 1961 sobre la prohibición de la masticación de la hoja de coca (acullico). 

Sobre éste asunto existen dos versiones completamente contradictorias, la una que maneja el gobierno del MAS que asume sin fundamentos científicos que el acullico proporciona al practicante de esa costumbre andina muchos beneficios físicos como mentales, insistiendo que tal práctica fortalece al consumidor como ningún otro “alimento” lo hace; en tanto que en las Naciones Unidas de acuerdo a investigaciones científicas determina que es perjudicial para la salud en todo sentido, para establecer una verdad comprensible para la mayoría de los lectores del presente artículo, veamos en forma sencilla qué es lo que se produce en el proceso del acullico. 

Se masca la hoja de coca previamente extrayendo los nervios de la hoja para facilitar la realización del bollo de coca simultáneamente se introduce en el proceso de masticación la llamada llijta que se mezcla con el bollo de coca y naturalmente con la saliva, en este punto del proceso es necesario saber en qué consiste la llijta y cual es su función. Ella es una mezcla de cenizas de un arbusto determinado, más una finísima arcilla de color blanco con un gran contenido de calcio. Naturalmente la ceniza del arbusto en cuestión tiene un alto índice de acidez lo cual hace que ayude en el bollo a realizarse un proceso químico de extraer conjuntamente con la saliva la cocaína, produciéndose un jugo que pasa al estómago donde en contacto con el ácido clorhídrico del estómago se produce un clorhidrato de cocaína que es asimilado por el organismo del consumidor, en consecuencia esa costumbre de masticar la hoja de coca resulta una forma de drogadicción de bajo índice. Ello produce los siguientes efectos: Mitigación del cansancio, luego abstracción de la necesidad de consumir alimentos líquidos o sólidos y la supresión del sueño y fatiga, pero reduce la capacidad del individuo de reaccionar oportunamente ante situaciones de emergencia, tales como se presentan en la conducción de vehículos; en el aspecto netamente psicológico reduce notablemente la capacidad de usar los cinco sentidos en forma normal. Sin embargo con la adición de alcohol en el proceso de masticación pueden presentarse condiciones tales como la de sentirse capaz de fantasear místicamente y de predecir acontecimientos futuros. La práctica excesiva del acullico puede producir adicción y alteraciones en el normal funcionamiento biológico y psíquico del adicto. Saque el lector sus conclusiones sobre ésta práctica del masticado de hoja de coca. Es de hacer notar que la hoja de coca considerada como sagrada en los pueblos andinos, durante la vigencia del incanato era usada exclusivamente por la nobleza y el sacerdocio inca y estaba vedada al pueblo bajo severos castigos. Además el uso de la hoja sagrada solamente se consumía en ocasiones especiales, siempre por el sacerdocio y la nobleza.

La costumbre del acullico la implantaron en el pueblo los conquistadores españoles durante su dominación colonizadora y luego de la independencia de los países andinos quedó establecida la costumbre del masticado que poco a poco va desapareciendo.

miércoles, 29 de junio de 2011

mayoría no está de acuerdo con el akulliku. los jóvenes hasta sienten "asco" el art. de C.Cordero

Un grafiti pergeñado en varias paredes paceñas, atribuido al ingenio del grupo Mujeres Creando, sostiene que: “No hay nada más triste para los pueblos que los usos y costumbres”. Desde dicha perspectiva, a manera de ejemplo, masticar hojas de coca podría entenderse como una triste costumbre. En todas las culturas y sociedades existen costumbres deplorables que se busca eliminar o sustituir con otras prácticas, con tiempo y con educación.

Conviene recordar que la costumbre de masticar hojas de coca se intensifica durante la etapa colonial de nuestra historia, pues se utiliza como sustituto del (natural) alimento y se convierte en mecanismo y símbolo de dominación de los mineros españoles sobre los pueblos indígenas, obligados al trabajo de la mina. Los mineros indígenas (tal vez sería más correcto, lingüísticamente hablando, decir los esclavos indígenas o mitayos) no recibían salario, a lo sumo hojas de coca para su manutención y sobrevivencia. Por tanto, el cultivo, tráfico y consumo de la hoja de coca tiene un triste y doble componente, forma parte de la economía colonial minera de dominación y se impone culturalmente como sustituto alimentario. Esto es, hojas de coca, que masticadas adormecen, en lugar de alimento, que fortalece. Hojas de coca por trabajo. 

Un párrafo de Sergio Almaraz para profundizar la tristeza: “La minería ha destruido más que la guerra. De hecho, es una guerra que viene durando siglos. La ceguera de este holocausto no admite estadísticas que den idea de la devastación, sólo sabemos que éste es un país aniquilado. Nadie podrá decir hasta dónde llega el empobrecimiento biológico de los bolivianos, la mortalidad infantil y la propagación de la tuberculosis. Estamos ciertos de una cosa: los bolivianos no acabamos de morir”. (Réquiem para una República, págs. 67-68). 

Por otra parte, voceros gubernamentales, parlamentarios y movimientos sociales (básicamente rurales) defienden el masticado de hojas de coca como una saludable costumbre ancestral. 

Casi dos siglos después de roto el dominio colonial, una profunda reforma a la Constitución Política del Estado (Nacional) sostiene que: “El Estado (Plurinacional) protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social…”. No es todo. También afirma que la hoja de coca “…en su estado natural no es estupefaciente”. (artículo 384º; CPE). Que es equiparable a decir que la caña de azúcar, de donde se obtiene el embriagante ron, en su estado natural no emborracha. 

Carlos Marx llamaría a la aceptación y legitimación de la hoja de coca por parte de los dominados, curiosa alienación, pues terminamos aceptando con orgullo el símbolo de la explotación. 

Una encuesta realizada por Ipsos Apoyo en el mes de febrero de 2011, ante la pregunta: “¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con el pedido para despenalizar el consumo tradicional de la hoja de coca que planteó Bolivia frente a la ONU?”, el 55 por ciento de los entrevistados responde que está en desacuerdo. Sólo el 33 por ciento de los entrevistados responde que está de acuerdo. 

En consecuencia, el Gobierno se halla defendiendo el acullico contra la opinión mayoritaria de los ciudadanos, de la historia, y a favor de los nuevos propietarios de la tierra, del cultivo y tráfico de la hoja de coca. 

ccordero@estudiosdemocraticos.net 
de tú a tú...mentiras. Evo no acepta control sobre la coca, así sea teórico. no quiere relaciones...distrae


Bolivia ha dejado pasar mucho tiempo y muchas cosas han pasado desde que Estados Unidos le ofreció al Gobierno de Evo Morales un acuerdo marco que permita restablecer la normalidad en las relaciones entre ambos países.

El ofrecimiento estadounidense se produjo después de la expulsión del embajador norteamericano en Bolivia, Philip Goldberg, después de muchos insultos, acusaciones, provocaciones y de hechos vergonzosos como el intento de toma de la Embajada de Estados Unidos en La Paz, ocurrida el 9 de junio de 2008 y promovida por activistas relacionados con el MAS.

La firma de un acuerdo marco hubiera significado un logro inédito por el Gobierno boliviano, pues sería la primera vez que Estados Unidos accede a semejante figura diplomática con un país que exterioriza fuertes desconfianzas y críticas hacia el comportamiento de Washington. La Cancillería boliviana dedicó mucho esfuerzo y trabajo para consolidar ese pacto, pero precisamente desde el interior del oficialismo se produjo un fuerte boicot que impidió lograr el entendimiento final.

Hoy, el presidente Morales vuelve a sorprender con un llamado a los embajadores europeos en Bolivia para que le ayuden relanzar las relaciones de Bolivia con Estados Unidos. Lo dijo después de haber criticado a la DEA, la policía antidrogas estadounidense, por haber operado en secreto en la captura del exjefe antinarcóticos boliviano, René Sanabria, quien acaba de declararse culpable en un tribunal de Miami.

El jefe de Estado boliviano quiere relaciones de “tú a tú” con Estados Unidos, solicitud que parece ser absolutamente razonable en cualquier circunstancia, pero que en el contexto actual parece más bien una posición fuera de tono. El Gobierno de Evo Morales ha estado dilatando sistemáticamente la firma de un convenio antidrogas con Brasil, que incluye la participación de la DEA. El motivo de tantas evasivas parecer ser la fuerte resistencia del régimen a devolverle a la fuerza antidrogas norteamericana aunque sea una parte de su presencia en el país, sobre todo en el Chapare, donde la producción de coca y cocaína se ha disparado desde la expulsión de la DEA en el año 2008.

Estados Unidos ha estado denunciando no sólo la explosión del narcotráfico en Bolivia, sino también el desinterés del Gobierno de Evo Morales por enfrentar con fuerza este delito. Hoy esa visión de Washington está bien reforzada con datos, tanto del Departamento de Estado, de la DEA y también de la ONU y obviamente con hechos noticiosos como el arresto del general Sanabria, que abre serias interrogantes sobre las implicaciones del Gobierno boliviano con el crimen organizado.

Desde el punto de vista ideológico, suena bien que el presidente Morales diga que las relaciones deben ser “de igual a igual”, pero en el plano de la realidad, existen aspectos que es necesario salvar antes de que un país como Estados Unidos, el protagonista fundamental de la lucha contra las drogas a nivel mundial, decida moverle el rabo al régimen boliviano, que en este momento se encuentra bajo fuertes y evidentes sospechas.

Es obvio que Estados Unidos quiere buenas relaciones con Bolivia. Lo ha manifestado en reiteradas ocasiones y ha dado muestras de que existe un genuino interés por suscribir un acuerdo en condiciones de igualdad. Sin embargo, antes que nada, el Estado Boliviano tiene que dar sobradas muestras de que tiene interés no solo de cooperar con Washington (ojalá fuera solo eso) sino con toda la comunidad internacional que hoy le hace fuertes reclamos al país por su actitud connivente con el narcotráfico y otros delitos.
EEUU ha demostrado un genuino interés por suscribir un acuerdo en condiciones de igualdad. Sin embargo, Bolivia muestra una actitud connivente con el narcotráfico y otros delitos.

domingo, 26 de junio de 2011

de masiva circulación La Tercera de Santiago cronica la tensión entre Chile y Bolivia


Una gigantografía, en la que se leía "La Policía Boliviana por la reivindicación marítima con soberanía y dignidad", se apreciaba ayer detrás del Presidente de Bolivia, Evo Morales, durante un acto en la ciudad del Alto.
El Mandatario paceño asistió ayer al aniversario de la institución policiaca y en medio de la ceremonia, reflotó las críticas contra Chile por haber cooperado con EE.UU. en el proceso por narcotráfico contra el ex zar antidrogas de Bolivia.
El ex general de la policía René Sanabria había sido detenido en Panamá el 24 de enero pasado, tras una operación en la que participaron la agencia antidrogas estadounidense, DEA, y Carabineros de Chile.
"Según algunas informaciones, algunas autoridades de Chile ya sabían, ya hacían seguimiento. Yo me pregunto, si ya sabían, ¿por qué no nos comunicaron oportunamente para dar (a Sanabria) un castigo severo en Bolivia?", criticó Morales. Y añadió que "parecería que algunas instituciones de los países vecinos están al servicio de intereses externos".
Desde Santiago evitaron contestar al nuevo reclamo de Morales (ver página 3).
Se trató del segundo ataque de Morales contra Chile en poco más de 24 horas. El viernes en la mañana, el mandatario lanzó duras críticas al gobierno chileno -lo tildó de ser "defensor del contrabando" de vehículos y de cometer una "flagrante violación a los DD.HH."- durante la ceremonia en que condecoró y decretó los ascensos de los 14 militares detenidos el viernes 17 de junio en Colchane, Primera Región, tras ingresar armados y en vehículos con patente chilena a territorio nacional.
Deslealtad y provocaciones
No era la primera vez que el gobernante paceño arremetía contra Santiago por el caso Sanabria. Ya en mayo pasado había acusado de "deslealtad" a La Moneda, que mediante el Ministerio del Interior colaboró con EE.UU. para detener al policía altiplánico. Una decisión que incluso tuvo un impacto en la Cancillería chilena, donde en su momento resintieron no ser informados de la operación policial.
Sin embargo, las críticas de ayer tenían un nuevo telón de fondo. La molestia de Morales reflotaba a días de que el ex uniformado se declarara "culpable", ante el juzgado federal de Miami, de haber ingresado un cargamento de cocaína a EE.UU.
En Bolivia no son pocos los que creen que el ex general, quien llegó a un acuerdo con la fiscalía de Miami, estaría dispuesto a entregar nombres de otros implicados en la red de narcotráfico y revelar procedimientos, a cambio de ver reducida su pena.
En círculos diplomáticos y políticos chilenos, en tanto, ha comenzado a circular la tesis de que en medio de esta molestia e inquietud que existe en La Paz por los efectos del caso Sanabria, el gobierno de Morales estaría promoviendo actos de provocación hacia Chile. Uno de ellos sería el discurso pronunciado por Morales el 23 de marzo pasado, en el Día del Mar, donde señaló que su país demandaría a Chile ante instancias internacionales para conseguir una salida soberana al mar.
Lo más reciente fue el episodio de los 14 militares bolivianos, que subió de tono en los últimos días, luego que autoridades bolivianas cuestionaran supuestos malos tratos a sus efectivos de parte de carabineros, y luego de que el ministro chileno de Defensa, Andrés Allamand, acusara que el gobierno de La Paz estaría interesado en "desviar la atención comunicacional" de otros temas.
Desde entonces, la controversia ha ido en una franca escalada. La Moneda decidió que viajara al norte el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, para que respaldara personalmente el accionar de los carabineros. En respuesta, un día después, Morales viajó a Oruro para condecorar a los 14 militares.
El episodio que golpea a La PazUn duro golpe para la política antidrogas de Evo Morales fue la detención del ex general de la policía boliviana, René Sanabria.Según las investigaciones, Sanabria lideraba una banda de policías que enviaba droga hacia Miami desde el puerto de Arica.En las pesquisas, el OS-7 de Carabineros de Chile cooperó con la agencia antinarcóticos estadounidense DEA, para detenerlo.En la operación, agentes chilenos encubiertos se hicieron pasar por un grupo de narcotraficantes y en un trato que se concretó el 19 de agosto de 2010, le pagaron 75 mil dólares para un envío. El cargamento consistía en 144 kilos de cocaína que fueron camuflados en minerales.La entrega del dinero fue filmada por los agentes encubiertos, quienes almorzaron y conversaron por varias horas con Sanabria. El ex general boliviano estaba acompañado por el mayor de policía boliviano Milton Sánchez, considerado su mano derecha.Sin embargo, este no es el único episodio vinculado al combate de drogas que ha tensionado las relaciones del gobierno de Morales con EE.UU.En 2008, el Presidente paceño expulsó a la DEA de Bolivia y poco después al embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, tras acusarlos de espionaje.Próximas citasEn las semanas venideras, las máximas autoridades chilenas se encontrarán con sus pares bolivianos en dos ocasiones. En La Moneda barajan la posibilidad de conversar sobre las últimas controversias en dichos encuentros internacionales.1. Cumbre LatinoamericanaLa segunda versión del cónclave continental se realizará en Caracas, el 5 de julio próximo, y a ella asistirán tanto Sebastián Piñera como Evo Morales.2. Cumbre del MercosurEl próximo martes y miércoles se realizará la XLI Cumbre del bloque económico en Asunción, Paraguay. En la cita, será el canciller Alfredo Moreno quien se encontrará con Morales.